Sumérgete en el mundo de las melodías celestiales

La idea de fusionar la música humana con los sonidos de la naturaleza, como los cantos de las ballenas, realza la conexión entre el arte y el mundo natural.
Symphony of the Whales no es solamente un fenómeno auditivo, es también una vivencia emocional y sensorial. Quienes tienen la dicha de acceder a un momento tan mágico, se acercan también a lo imposible.

El océano es infinito, insoldable. Conoce un poco más sumergiéndote en la frecuencia de los cantos de las ballenas en vivo, en concordancia con el canto de la soprano Liliana del Conde, quien ofrecerá su maravilloso talento en virtud de una experiencia única.
Tanto los cantos de las ballenas como las voces soprano pueden evocar emociones en quienes los experimentan. Las ballenas a menudo cantan con una calidad melódica que puede ser emocionalmente conmovedora.

Oscar Ortiz nos acercará al fascinante sonido que emiten estos hermosos cetáceos a través de un método que él desarrolló para detectar su canto. Cuando logramos captarlo, mejora el sistema nervioso. Por eso, los cantos de las ballenas y la música de alta frecuencia nos ayudan a estar en armonía con las vibraciones elevadas del universo.
Nuestra extraordinaria ubicación entre la frontera del océano Pacífico y golfo de California nos da la posibilidad de ver distintas migraciones. Los machos de diferentes edades tienen un canto que han pasado de generación en generación y, emiten diferentes estrofas. Al año siguiente regresan para cantar la misma canción, aunque con la última parte de la estrofa cambiada. ¿Por qué lo hacen? Es un misterio, aunque también dicen que es para atraer a las hembras y poder aparearse.

La conservación de las ballenas contribuirá a preservar este tipo de maravillas naturales y garantizar que la sinfonía continúe resonando en los océanos.

El atardecer será el momento indicado para empezar a vivir esta experiencia multisensorial. El restaurante a cielo abierto, la cocina mediterránea y la cercanía a esas melodías celestiales, contribuyen a pasar una velada inolvidable con vistas al Arco de Cabo San Lucas.

Fotos por Oscar Ortiz